Hablar de dormir nos lleva a pensar en diversos temas que atraviesan nuestra experiencia de descanso. Para empezar, lo importante que es para nuestra salud el buen descanso. Dormir ocho horas diarias para asegurar un buen descanso, ya que de este depende nuestro rendimiento diario, nuestra capacidad para manejar distintas situaciones, nuestro bienestar y energía. A la hora de dormir nuestro colchón es la base para sostener nuestro cuerpo para descansar adecuadamente; sin embargo, no es el único objeto importante para dormir profundamente. El complemento entre la almohada perfecta y el colchón es fundamental para sostener nuestro cuerpo y mantener una postura correcta, y así no tener ningún dolor en nuestra espalda o nuestras articulaciones.
Es usual que desestimemos la importancia de la almohada perfecta, que la dejemos de un lado o que usemos cualquier tipo de almohada sin considerar qué funciona mejor para nuestro colchón y nuestra postura a la hora de dormir. Es debido a esto que podemos tener diversos problemas con nuestro descanso.
El uso de una almohada que no se ajuste a tu postura a la hora de dormir, más un colchón mal elegido, podría traer varias consecuencias, tales como dolores de cuello, hombros y espalda. Hasta empeorar ciertos síntomas como dolores de cabeza, debidos a la tensión en el cuello.
Así que con la intención de cuidar de nuestro descanso y también nuestra salud. Si te cuesta dormir bien durante toda la noche, y amaneces con dolores de espalda y de cuello, no dudes en revisar qué almohada estás usando y cuál sería la indicada para tu postura.
Debemos tener presente que, así como existen diversas posturas a la hora de dormir, también existen diversos tipos de almohadas. Con diferente materialidad, altura, y propiedades. Y gracias a esta variedad, es que no todas las almohadas son perfectas o se ajustan a cualquier postura.
Dentro de los materiales encontramos la espuma común, las plumas, almohadas de viscoelástica, látex y otros materiales. Cada uno tiene sus beneficios específicos y se podrán ajustar a nuestras preferencias.
La más recomendada es la almohada de viscoelástica, ya que este material se moldea y se ajusta a nuestro cuerpo. Es una espuma que tiene memoria y se ajustara a nosotros. Ahora bien, debemos recordar que las almohadas son de uso individual, así como cada persona tiene su propia forma de dormir.
Tener presente los materiales para considerar la durabilidad de nuestra almohada es una gran ayuda; no obstante, no es lo único que debemos buscar. Inclinarnos por una almohada hipoalergénica sería de gran ayuda, ya que podemos prevenir la aparición de ácaros, por ejemplo.
La firmeza de nuestra almohada también es tan vital como su durabilidad, también su transpirabilidad que nos permitirá pasar una noche cómodamente, ya que evitará la acumulación de calor y humedad. Todos estos aspectos podremos tener presente para elegir nuestra almohada perfecta.
Sin embargo, a la hora de considerar nuestra postura durante nuestras horas de sueño, debemos considerar qué tan alta es la almohada, su tamaño y su firmeza. Ya que dependiendo nuestra postura nos convendrá más tener una almohada alta o baja.
Aspectos para tener en cuenta a la hora de elegir una almohada perfecta
La altura de nuestra almohada puede ser la diferencia entre una buena noche de descanso y un terrible dolor de cervicales al día siguiente.
Por lo general, las almohadas pueden tener una altura baja entre ocho y diez centímetros, o ser más altas, con una altura superior a los diez centímetros, llegando a los trece o quince.
Esta altura sí puede afectar la postura en la que sueles dormir, ya que, si prefieres dormir boca abajo, una almohada muy alta, podría generar tensión en tu cuello y como resultado una terrible noche para tus cervicales.
Así que, el uso de la almohada es complementar el colchón en asegurar que nuestro cuerpo se encuentra en la mejor postura ergonómica posible. Que nuestra espalda se encuentre cómoda en sus curvas naturales y que no haya una tensión en ninguna parte del cuerpo.
Esto podría significar también ver otras almohadas para complementar nuestra postura nocturna. Una almohada para nuestras rodillas o una pequeña para nuestra espalda puede crear una diferencia abismal en la calidad de nuestro descanso.
Entonces, notemos el tamaño de las almohadas que adquirimos. Porque esto podría significar un cambio entero en nuestra postura, un soporte extra que no sabíamos que necesitábamos. No viene mal darnos el apoyo que necesitamos.
Recomendaciones para cada postura a la hora de dormir
Si bien siempre imaginamos tres posturas populares a la hora de concebir el cómo dormimos, pueden existir pequeñas modificaciones de una a otra, lo cual podría traer consigo la necesidad de algún apoyo extra.
No obstante, repasaremos lo que es necesario para casa postura a la hora de descansar.
- Boca abajo: Si bien esta postura es la menos recomendada para el descanso, es habitual en algún momento. Así que para dormir adecuadamente en esta postura sugerimos que se use una almohada delgada, de menos de diez centímetros de alto. Es importante que sea de firmeza baja, siendo así más suave.
De igual manera se recomienda usar una almohada bajo el estómago para mantener un alineamiento adecuado para tu espalda. - De lado o en posición fetal: En este caso se recomienda el uso de una almohada alta, ya que tenemos que asegurar que el alineamiento de la columna sea el correcto. Que la cabeza no quede más baja para evitar dolor en las cervicales.
Es por esto mismo que se sugiere el uso de almohadas para las rodillas, con la intención de que se pueda mantener una postura adecuada. La firmeza debe ser alta, para evitar que la cabeza se hunda. - Boca arriba: En este caso, podemos considerar una almohada de firmeza intermedia y de un grosor entre diez a trece centímetros. Así se sostendrá la cabeza debidamente. No se requiere del uso de otra almohada en este caso. Ya que el colchón estará soportando todo el cuerpo.
Siendo así, lo más importante es distinguir cómo preferimos dormir. Es cierto que durante la noche podemos movernos constantemente. En ese caso, también podemos considerar una almohada con una firmeza intermedia.
En resumen
Sea lo que sea, siempre podrás elegir lo que más te guste y se ajuste a tus preferencias. Así que recuerda, una almohada perfecta es el compañero del colchón. Un gran dúo te asegurará una excelente noche de descanso.