Dormir cómodamente es algo que depende de diversos factores, nuestro espacio, nuestra cama y colchón como factores externos. Como factores internos, depende de nuestra rutina, de nuestra preparación para descansar e incluso de las posturas para dormir que elegimos.
En nuestra temprana infancia empezamos a buscar posturas para dormir, pero solemos ser mucho más flexibles a la hora de descansar. Acomodándonos como sea que podamos, ya que dormir suele ser mucho más simple en nuestra niñez.
Pero con el tiempo, nuestras rutinas se van llenando de actividades y obligaciones, que poco a poco también pueden afectar nuestros niveles de estrés. Esto afectará nuestro cuerpo, y paulatinamente empezaremos a crear nuestra propia postura, nuestra forma de caminar, e incluso, nuestra forma de descansar.
Si bien, logramos encontrar posturas que nos permiten un alivio y descanso durante las noches, también debemos sumar lo que hacemos en nuestra rutina.
¿Cómo ayudamos al cuerpo a descansar mejor?
En nuestra infancia era mucho más simple quedarnos dormidos, en lugares y con posturas diferentes. En nuestra adolescencia podemos también dormir largas horas, sin preocuparnos mucho por dolores musculares, por ejemplo, pero esto puede verse alterado por diversos cambios en nuestros espacios o rutinas.
Es preciso que consideremos que, con el tiempo, nuestras posturas se acomodan a nuestro carácter, nuestra rutina y nuestro cuerpo. Es decir, ¿qué funciona mejor para nuestro cuerpo?, ¿qué postura se acomoda mejor a nosotros y nos permite relajarnos cómodamente?
Comúnmente hablamos de tres tipos de posturas: baca abajo, boca arriba y posición de lado. Pero dentro de esta tenemos ciertas características específicas que hacen que existan más tipos de posturas. Además, que podemos agregar almohadas u otros elementos que crean con el tiempo nuestra postura a la hora de dormir.
Por lo tanto, podemos empezar notando que existen muchas posturas y que no existe una del todo perfecta para nuestro descanso. Ya que esta dependerá de nuestro cuerpo, si tenemos algún problema de salud que afecte nuestros músculos o respiración, o incluso problemas gástricos como el reflujo o la gastritis.
Por ende, vale la pena que hagamos un recorrido sobre las distintas posturas más comunes a la hora de dormir. Entrando en detalle sobre las mismas, quizá podremos descubrir las posturas que nos permitan tener un descanso adecuado y un cuidado de nuestro cuerpo, evitando así dolencias que pueden perjudicar nuestras rutinas, o incluso, afectar la calidad de nuestro sueño.
Diversas posturas para dormir y sus beneficios
Cada persona tiende a crear sus propias posturas a la hora de descansar. Si bien, podemos dormir boca arriba, la postura de nuestros brazos puede variar, al igual que ocurre al dormir de lado o boca abajo. Estas variaciones son importantes, ya que en algún momento podemos acomodar de manera errónea nuestros brazos o piernas, lo cual puede traernos algún malestar al día siguiente. Si bien, son dolores soportables, que no implican una lesión, con el tiempo podría empezar a afectarnos.
Es por eso que vamos a entrar en detalle sobre las posturas y sus relaciones específicas con el cuerpo, sus beneficios, inconvenientes, y también podremos considerar si son de ayuda para algunos problemas de salud.
- Postura boca abajo: Esta postura suele ser la menos recomendada, ya que la postura provoca un alto nivel de estrés sobre el cuello y la columna. Esto podría llegar a causar problemas con el cuello, las cervicales, incluso afectar problemas de tendinitis o lumbalgias.Sin embargo, es posible descansar debidamente con esta postura usando una almohada delgada, que sea de poco grosor, ya que esto evitará mayor tensión en el cuello. Si bien no está mal quedarse dormido en esta postura, porque durante la noche seguramente iremos cambiando a otras.En caso de sufrir de problemas con la espalda, columna, cuello, apnea del sueño u otros problemas respiratorios es mejor evitar esta postura, para proteger tu cuerpo y evitar algún problema.
- Postura de lado o fetal: Si bien las posturas de lados no solamente incluyen la posición fetal, lo cual hace que sea de las más variadas, es importante considerar que es una que suele aconsejarse para personas con problemas de espalda.La postura de lado acompañada con una buena almohada y un colchón de alta densidad que sostenga debidamente al cuerpo, permitirá que la columna repose de manera relajada y sin ningún tipo de torsión.De hecho, por eso se recomienda en algunos casos el uso de almohadas para las rodillas, ya que mejoraran la postura de la columna.Siendo así una de las mejores posturas, ya que actúan de forma beneficial para problemas tales como las lumbalgias, cervicalgias, apnea del sueño, reflujo gástrico.Puesto que la postura de lado permite mejor el paso del aire, evitando ronquidos y obstrucciones. Además, de que con una debida almohada mantendrá la cabeza elevada para evitar el reflujo.También, es importante tener presente que la postura de lado, usualmente sobre el lado izquierdo, es la postura ideal para mujeres embarazadas. ¿Por qué específicamente el lado izquierdo?
La postura sobre este lado permitirá aliviar la presión sobre una de las arterías más importantes del cuerpo, logrando así mejor fluido de sangre para el feto en desarrollo. El estómago también quedará libre, evitando cualquier problema de mala digestión, reflujo o pesadez durante la noche.
- Postura boca arriba: De igual manera que la postura de lado, es una de las posturas más recomendadas. Naturalmente, sabemos que genera gran comodidad. Ya que permite extender libremente el cuerpo para relajarlo.En esta postura se liberan los puntos de presión que pueden recargarse con la postura de lado o boca abajo, por ende, el peso estará debidamente distribuido, permitiendo así que nuestra columna y nuestros músculos puedan relajarse.También, el buen uso de una almohada con el grosor indicado permitirá que el cuello repose tranquilo, y que la cabeza no caiga hacia atrás por su peso, y genere una tensión de más, alterando así nuestro descanso.Al relajar debidamente el cuerpo, y mantener la cabeza propiamente elevada, ayudará para las personas que sufren de reflujo gástrico, dolores de rodilla, espalda y cadera. Sin embargo, tiene un solo inconveniente.Para las personas que sufren de apnea del sueño o de ronquidos no es una postura recomendada, puesto que, debido a la postura, la posición de la faringe cambia ligeramente, teniendo así un espacio reducido para el paso libre del aire.Así que, si sabemos que sufrimos de alguno de estos problemas, es mejor usar la postura de lado para descansar con tranquilidad.
Es cuestión de costumbre…
A la hora de dormir puede que estemos acostumbramos a posturas específicas que causen ronquidos o malestares en nuestro cuello u hombros, por eso es que podríamos considerar probar distintas formas de acomodarnos, buscar almohadas que se ajusten a nuestras necesidades.
Porque a la hora de dormir, tener un sueño profundo es parte de nuestras necesidades fundamentales para tener energía suficiente para nuestra rutina diaria. Así que, demoños la oportunidad de buscar un colchón de calidad, una buena almohada y encontrar la postura para dormir que beneficie nuestra salud.