Dormir es una de las actividades más importantes de la vida humana, así como uno de los pilares fundamentales del crecimiento y desarrollo. Al mismo tiempo, dormir es una de las actividades que más influye sobre nuestro estado de ánimo, concentración y actitud en el día a día. Desde nuestra infancia, dormir profundamente nos permitió aprender, memorizar lo aprendido, relajarnos, así como recuperar la energía para ir al colegio, jugar y desenvolvernos animadamente.
Incluso nos ayuda a recuperarnos rápidamente en momentos de enfermedad o estrés.
Sin embargo, dormir es una de las actividades más subestimadas. Una vez que crecemos y tenemos que hacernos cargo de todo tipo de responsabilidades y retos, dormir profundamente puede pasar a segundo plano.
Esto es algo normal y es parte de un proceso por el que todos pasamos. Pero, tienes que saber que dejarse llevar por el deseo de emprender puede afectar nuestra capacidad para dormir profundamente. Lo cual puede traer serias consecuencias en nuestra salud física y mental.
A continuación, vamos a conocer algunas técnicas y consejos que nos ayudarán dormir profundamente y a mejorar nuestras rutinas diarias.
Cuidar nuestros hábitos antes de dormir
La necesidad de tener una rutina
Durante la infancia nuestra vida giraba en torno de rutinas. Eran casi rituales que nos permitieron comprender cómo se organizaba la realidad, de esta misma manera también se educó nuestro cuerpo. Comprendimos cuándo era hora de comer, cuándo era hora de ir al baño, cuándo era hora de dormir. Si bien, no siempre es sencillo tener una rutina exacta todos los días, podemos crear rutinas que permitan al cuerpo reconocer qué es hora de dormir. Bajar las luces, evitar el uso de celulares o computadoras dos horas antes de dormir, incluir alguna actividad que sirva para relajarse, son tan solo algunas de las acciones que podemos incluir en nuestra rutina, lo cual ayudará que el cuerpo se aliste para dormir profundamente durante 8 horas mínimo o el tiempo que necesites.Revisar nuestra alimentación
Este es uno de los aspectos más importantes en lo que respecta el desarrollo de nuestra vida diaria. Nuestra alimentación, junto con el dormir, es una de las fuentes de recuperación de energía que tenemos. Es por eso, que aconsejamos evitar cafeína o bebidas estimulantes en las horas de la noche. Algunos tés también contienen cafeína, como el té negro. En su defecto se recomienda tomar infusiones de hierbas, como la manzanilla o el tilo, que ayudan a relajar el cuerpo. De igual manera, es importante no comer mucho en las horas de la noche. Esto ayudará al cuerpo a sentirse liviano a la hora de acostarse, haciendo más sencillo el quedarse dormido profundamente y sin sensación de pesadez o acidez durante la noche.Hacer ejercicio
Muchos te dirán diferentes opiniones, ya que se cuestiona si de verdad ayuda o no hacer ejercicio antes de dormir. Pero, la realidad es que ambas actividades se complementan. Hacer ejercicio no sólo permite cansar el cuerpo, también es una de las formas en que el cuerpo libera hormonas de endorfina, la cual ayuda a relajar el cuerpo y bajar niveles de estrés, una de las claves para dormir profundo. Sin embargo, esto no significa que debe hacerse mucho ejercicio antes de dormir, sino que es recomendable agregar al ejercicio a nuestro repertorio diario.Lograr un balance entre nuestra dieta y rutina no solamente nos ayudará a dormir profundo, también nos da la posibilidad de gozar de mayor energía en nuestras actividades diarias.
La relajación como herramienta para dormir profundamente
A la hora de dormir, en ese preciso momento con la oscuridad – o las luces bajas – en nuestra habitación, en silencio… muchas veces nos encontramos con una mente activa, llena de ideas y preocupaciones. ¡Justo cuando más necesitamos descansar, el estrés nos ataca!
Esta es una de las razones más comunes por las cuales se nos dificulta dormir.
Y aunque ya hablamos del ejercicio como una de las actividades que ayudan al cuerpo a relajarse, podemos hablar ahora de distintas actividades que pueden relajar nuestra mente.
Para ayudarnos en estos casos, una de las técnicas más efectivas es recurrir a ejercicios de respiración como una técnica para conectarnos con nuestro cuerpo y relajarlo antes de irnos a dormir. Al concentrarnos en este proceso natural, podemos lograr distraernos de esos pensamientos constantes que nos quitan el sueño.
La meditación es otra técnicas más comunes, y por una buena razón: funciona. Esta práctica no sólo nos ayuda a relajarnos sino que para muchos también puede ser una herramienta que los ayuda a atravesar por momentos de ansiedad, rabia o angustia. La meditación o ejercicios de mindfulness (atención plena) parten de la misma raíz que los ejercicios de respiración: llevar nuestra atención a algo concreto, lo que permite relajar la mente y obtener un poco de paz.
También, podemos pensar en otras actividades que nos tranquilicen, como: leer, escuchar música relajante, ducharnos, entre otros.
La clave es tomar unos momentos antes de dormir para distanciarnos del mundo, las obligaciones y dificultades de nuestra vida cotidiana, logrando preparar nuestra mente para dormir profundamente.
Y ahora, a dormir…
Estos son los consejos principales que ponemos a tu disposición, con la esperanza de que puedas volver a dormir como cuando eras niño. Ser conscientes de nuestras rutinas y tomarnos un tiempo para calmar la mente, nos dará el balance que nos ayudará a dormir tranquilamente, mientras desarrollamos todos nuestros proyectos.